top of page

Reseña bajonera 1: La Reverde - parrilla vegana

  • Foto del escritor: bajonvegano
    bajonvegano
  • 27 oct 2018
  • 2 Min. de lectura

Este viernes quisimos salir a festejar que llegamos a los 800 seguidores en Instagram. No pudimos todos, pero con Dai y Lucía elegimos ir a La Reverde, una parrilla vegana que nos habían comentado y nos quedaba cerca del Instituto al que vamos. Además de darnos una panzada, no salimos de nuestro papel de periodistas. Así que acá va una reseña.



La Reverde es la primera parrilla vegana de Buenos Aires. Una idea genial que combina nuestro estilo de vida con una costumbre fundamental de nuestro país. Queda en Montevideo 40, a unas cuadra del Congreso, una zona céntrica y bonita, aunque ahí -cada vez más seguido, como el miércoles- se reprimen a manifestantes. No es un local muy vistoso desde afuera, hay que ir caminando con atención, pero se puede ver e identificar por unas frases buenísimas que tiene. Apenas entrás te das cuenta que es una parrilla, pese a que no haya humo u olor a carne; tienen sillas y mesas de madera, más frases y todas escritas con esas letras de estilo porteño. Puede resultar un lugar chico, tiene pocas mesas, nosotros fuimos media hora después de que abrió y justo quedaba una sola. De fondo suena una radio que, entre publicidad y publicidad, pasa temas de Madonna, Bee Gees y Abba. Eso me pareció fantástico.




Yendo a lo importante, los precios no son para nada caros, de hecho son un poco más barato que la mayoría de los restaurant. Además venden comida para llevar que es mucho más barata, pero por lo que vimos, se agota rápido. Si somos un poco exigentes, no hay muchos platos principales, tiene 10 que no salen de choripanes, sándwich, hamburguesa de hongos, vacío, tempeh y empanadas. Claro, todo lo que sería carne, es hecho con seitán. Después, la mayoría viene acompañado de una guarnición que puede ser papas o ensalada. Para tomar hay birra, agua y jugo. También, para después, hay postres o café.



Pedimos cosas distintas para compartir y probar un poco de todo: vacío de seitán con papas, sándwich de bondiola de seitán y un chorisaurio. Sí, se llama chorisaurio y es definitivamente lo más rico que probamos en nuestras vidas. Es un choripán gigante lleno de salsas, queso, lechuga, tomate, que todo junto hace que sea hermoso. Después nos sorprendió lo parecido que es el vacío de seitán a un pedazo de carne real. De hecho, Dai (que no consume carne hace 3 años) no pudo comer mucho porque le daba impresión. No solo el sabor, tenía como unos pedazos que simulaban ser hueso y grasa. Lo mismo en la bondiola. La señora dueña del local nos contó que muchos se impactan por lo parecido que es, por eso mismo tienen otras opciones como las empanadas, hamburguesa de hongos o el tempeh.




Dividimos todo entre los 3 y nos salió 200 pesos a cada uno (sin contar la propina). Quedamos llenos, contentos y con ganas de dormir la siesta. La Reverde es un lugar bellísimo. Ir ahí es una experiencia religiosa de sabores, pero sin gente cantando canciones raras ni viejos con sotanas. Más que recomendado, vayan.


Calificación: 5/ 5 paltitas ♥


Avilez Maximiliano ( @maxiavilez )

Comments


bottom of page